Los bancos centrales llaman a un mayor control en la recopilación de datos por parte de las grandes tecnológicas
Un documento del Banco Internacional de Pagos (BIS) insta a las autoridades a adoptar sistemas de gobernanza de datos más estrictos y específicos.
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El auge del uso de teléfonos inteligentes ha generado un crecimiento desbordado en la cantidad de datos personales que las empresas recogen, procesan y venden. Esto ha llevado al Banco Internacional de Pagos (BIS), que agrupa a los principales bancos centrales del mundo, a hacer un llamado a implementar normativas más estrictas para la recopilación de datos por parte de las grandes tecnológicas, las redes sociales y los bancos.
En un documento, el BIS advierte que, si bien la mayoría de los países ya cuentan con leyes que regulan el uso de los datos, la mayoría de los usuarios no son conscientes de qué es lo que las empresas hacen con su información ni de cuáles son sus derechos al respecto.
Por eso, abogan por que las autoridades adopten nuevos sistemas de gobernanza de datos, más estrictos, que especifiquen de forma más clara a las personas cómo se están utilizando sus datos y que les faciliten el acceso a ellos. El texto insta a "nivelar las condiciones entre los sujetos de los datos y los controladores de los mismos".
"Cuando los datos se compartan entre los proveedores y los usuarios de datos, el sistema de gobernanza de los datos debe especificar qué datos se solicitan para compartirlos, cuánto tiempo los retendrán los usuarios de datos y quién los procesará", añade.
Las normas difieren en el mundo
Actualmente, los controles de recopilación y uso de datos son muy distintos entre países. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, que entró en vigor en 2018, es uno de los más completos, aunque aún se considera que tiene problemas.
Estados Unidos, sede de la mayoría de las grandes tecnológicas, depende de una serie de normas estatales y sectoriales, pero no cuenta con leyes generales de privacidad de los consumidores.
Los problemas en los sistemas actuales
El BIS asegura que con los actuales controles, son las personas las que salen perdiendo. Por un lado, sus datos pueden quedar bloqueados en silos o plataformas de las empresas que los recopilan. Éstas, en tanto, combinan esta información con otros elementos, como los ingresos y la educación de los usuarios, creando tendencias y predicciones, dándole más valor a estos datos.
Por otro lado, los jóvenes y las personas con menos recursos tienen menos acceso a préstamos debido a la falta de un historial crediticio previo, algo que podría solucionarse con la utilización de sus datos en línea, si tuvieran pleno acceso a ellos. "Los jóvenes tardan en acumular garantías tangibles y las personas más pobres pueden no adquirir nunca suficientes garantías. No es rentable llegar a estos consumidores de bajo margen y alto riesgo con el sistema tradicional sin acceso a los datos digitales", señala el texto del BIS.
En ese sentido, el grupo de bancos centrales contempla cinco estándares que deberían cumplir los nuevos sistemas de gobernanza de datos:
- Explicación clara de la finalidad que se les dará a los datos.
- Minimización de los datos, es decir, compartir sólo los datos estrictamente necesarios.
- Limitación del tiempo de conservación de la información.
- Limitación de que los datos se usen sólo para el fin para el que se compartieron.
- Resistencia operativa o la garantía de la seguridad de los datos.